jueves, 30 de agosto de 2007

El Arte Plástico



La amplitud y el brillo de las pinturas al fresco de los monasterios del Noreste de Moldavia - Voroneţ, Moldoviţa, Suceviţa, Arbore, Humor, Pãtrãuţi - han determinado al gran bizantinólogo André Grabar a considerar este fenómeno artístico "un libro ilustrado abierto a todas las páginas".

Conservando sus lazos con el fondo bizantino, la cultura de la época moderna manifiesta una fuerte tendencia a acercarse a los movimientos artísticos europeos, de donde han venido, sucesivamente, ecos renacentistas, románticos, académicos, impresionistas.

Nicolae Grigorescu e Ion Andreescu trabajaron durante un período en Barbizon, al lado de los artistas que iniciaron el movimiento impresionista. Estos dos pintores, al lado de Ştefan Luchian, quien trae los elementos del Art Nouveau y expresionistas, representan la tríade de los fundadores de la pintura rumana moderna. En la primera mitad del siglo XX, les seguirán otras fuertes personalidades, que han abierto nuevas vías en la pintura rumana.

Después de haber hecho su debut antes de la Segunda Guerra Mundial, una serie de artistas continúan su actividad en los decenios siguientes, enriqueciendo el patrimonio artístico nacional pese a las vicisitudes del período totalitario. Mencionamos a Ion Þuculescu, Henri Catargi, Alexandru Ciucurencu, Catul Bogdan, Margareta Sterian, Lucia Dem. Bãlãcescu, Paul Miracovici, Micaela Eleutheriade, Corneliu Baba. Una parte de los pintores rumanos valiosos de ese período ha trabajado sobre todo en el extranjero.

La escultura rumana y universal moderna estuvo marcada por la aparición de Constantin Brâncusi, el que ha reestructurado el lenguaje de la escultura del siglo XX.

Si Brâncuşi ha revitalizado la expresión abstracta del arte arcaico, Dimitrie Paciurea se ha dirigido hacia aquellas representaciones mitológicas, figurativas y fantásticas de los antiguos repertorios simbólicos, cuyas funciones siguen siendo actuales.

Con Gheorghe D. Anghel la escultura rumana adquiere la pureza y la severidad de la forma bizantina, controladas por un espíritu alimentado de ideales clásicos.

En las últimas décadas, la pintura se ha afirmado por nuevas generaciones, que establecen una relación creadora con los valores del patrimonio, considerando sus estudios como un foco de la síntesis entre la lección del pasado, los ecos de las inquietudes artísticas mundiales y las tensiones inconfundibles del propio universo interior. Sobresalen personalidades como Ion Bitzan, Ion Gheorghiu, Ion Nicodim, Ion Pacea, Virgil Almãşanu, Ion Popescu-Negreni, Viorel Mãrginean, Gheorghe Ţaru, Ion Murariu, Constantin Piliuţã, Sabin Bãlaşa, Ion Sãlişteanu, Paul Gherasim, con obras catalogadas.

La escultura ha recuperado, sobre todo en los sesentas, orientaciones que realzan la vía abierta por Brâncuşi, entre el arte popular y el pensamiento plástico moderno. Véase las obras de George Apostu, Ovidiu Maitec, Gheorghe Iliescu-Cãlineºti, Mihai Buculei, Napoleon Tiron.

Andra Mihaela Ticu: rumana es Miss 17 en Chile





La adolescente rumana es la nueva Miss 17. Nació en Bucarest y llegó a Chile a los ocho años, vive con sus padres y su hermano Creció acá y tiene todos sus amigos en nuestro país. Hace poco tiempo visitó su país natal.

Cursa cuarto medio en el Liceo Carmela Carvajal, en Santiago de Chile, y se prepara para entrar a la universidad a estudiar Ingeniería Genética.

lunes, 27 de agosto de 2007

"Advertising Show 2007" en Bucarest



Esta feria comenzó en el año 2003 y en el año pasado ya asistieron más de diez mil personas.

A “ADVERTISING SHOW 2007”, la feria de productos promocionales, acuden empresas nacionales y extranjeras, tanto distribuidores, como clientes y también agencias de publicidad, ya que toca diferentes sectores de la industria publicitaria de este país.

Mayoritariamente participan a empresas rumanas, pero también ya está interesando a las empresas extranjeras que desean exponer. Por los cambios económicos y financieros provocados por el ingreso de Rumanía a la Unión Europea, se esperan importantes inversiones a futuro, ya que un gran número de empresas extranjeras están interesadas en el mercado rumano y las oportunidades que éste puede ofrecer.

El evento fue concebido como una exposición y un lugar de encuentro de todos los profesionales de la industria promocional de Rumanía. Es por ello que además de los artículos promocionales y los regalos de empresa, también existen recursos como la logística, los equipamientos de todo tipo, servicios relacionados, accesorios diversos, servicios de prensa especializados, etc

El salón ofrece la oportunidad de tener una perspectiva completa del negocio publicitario local porque actualmente el mercado rumano está en plena expansión y las oportunidades son numerosas.

Para la próxima edición, se espera que aumente significativamente la participación internacional.

Si le interesa, usted puede tener más información en: http://www.advertisingshow.ro

Alina Vacariu en el top de la publicidad

La rumana de 27 años, Alina Vacariu, integra la nueva generación de modelos y actrices del momento. Destaca en el mundo de los comerciales debido a su protagónico rol en un spot publicitario para el servicio de cable Time Warner.

Este es el comercial publicitario:


Habitualmente es convocada por marcas de lencería para ser el rostro de sus campañas publicitarias y también por las revistas masculinas para ilustrar sus páginas.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Cinematografía: breve reseña


Un film de Ion Popescu-Gopo

En 1896, en Bucarest, la redacción del periódico L"Indépendance Roumaine albergaba la primera proyección cinematográfica con películas de los hermanos Lumière. En 1902, un fotógrafo rumano, Paul Menu, realiza las primeras actualidades cinematográficas, rodadas en Bucarest y Galaþi con un aparato Lumière.

Grigore Brezeanu realizó en 1912 la película "Independencia de Rumanía", evocación de la guerra rumano-ruso-turca de 1877-1878. En 1924 debutaron dos directores talentosos, Jean Georgescu (1904-1993) y Jean Mihail (1896-1963).

En 1938 se creó la Oficina Nacional Cinematográfica . En la edición de 1938 del Festival cinematográfico de Venecia, la película documental "La tierra de los moţi", realizada por Paul Cãlinescu, obtuvo el Gran Premio.

Fundador de la escuela rumana de animación, Ion Popescu-Gopo hace su debut en 1951. Su película - "Breve historia" - recibe en 1957 el gran premio "Palma de oro" en Cannes. En 1959 se inauguran los estudios cinematográficos de Buftea. En 1960 hace su debut cinematográfico, con "Las olas del Danubio", el afamado realizador Liviu Ciulei; la cinta recibió el "Globo de cristal" en Karlovy Vary.

En 1965, Liviu Ciulei conquista en el Festival de Cannes el premio de la mejor dirección, su película "El bosque de los ahorcados" siendo considerada una obra maestra. Paulatinamente, está afirmándose una generación de grandes realizadores: Iulian Mihu, Manole Marcus, Malvina Urşianu, Gheorghe Vitanidis, Andrei Blaier, Elisabeta Bostan, Mircea Daneliuc, Doru Nãstase, Constantin Vaeni, Stere Gulea, Alexa Visarion, Alexandru Tatos, Dan Piţa.

Las más importantes películas de los últimos años son: "La encina", "Un verano inolvidable" de Lucian Pintilie, "El 11 mandamiento", "El lecho conyugal", "La náusea" y "El senador de los caracoles" de Mircea Daneliuc, "Hotel de lux" (León de plata en el Festival de Venecia, 1992), "Pepe y Fifi" de Dan Piţa.


Hasta el Festival de Cannes 2007 donde Rumanía obtuvo la Palma de Oro con la la película “4 luni, 3 saptamini si 2 zile” de Cristian Mungiu.

La música rumana






Fuentes arqueológicas, documentos y testimonios iconográficos atestiguan la existencia de una cultura musical bien individualizada en la Dacia prerromana y romana. El aumento del número de la población dacio-romana del Norte del Danubio permitió el fomento de formas de la música de culto.

En la Edad Media, el arte rumano llegó a ser una realidad espiritual original, reconocida en aquella época. El baile valaco es mencionado en los códices musicales europeos.

En la música litúrgica, el elemento autóctono comenzó a imponerse. La Escuela de Putna fue, a lo largo de casi un siglo, entre 1490 y 1585, la escuela de música rumana más importante. A la vez con el fenómeno componístico de Putna, se afirmó la Escuela contrapuntista transilvana, de las ciudades de Sighişoara, Bistriţa, Sibiu y Braşov.

Los períodos que han sucedido a la Unión de los Principados Rumanos (1859) y a la conquista de la independencia estatal de Rumanía (1877) han conocido un desarrollo de los valores culturales y artísticos rumanos. Los primeros conservatorios de música y declamación se crearon en Iaşi (1860) y Bucarest (1864); en 1868 se creaba la Sociedad Filarmónica Rumana.

Inspirándose en el folclore, compositores como Alexandru Flechtenmacher, Eduard Caudella, Gavriil Musicescu, Ciprian Porumbescu, Gheorghe Burada y Gheorghe Dima componen música coral y vocal-instrumental, óperas, operetas y vodeviles. La obra y actividad de estos fundadores de la música rumana profesional marca el nacimiento y el despunte de la escuela nacional de música, que anuncia la aparición de un músico genial: George Enescu (1881-1955), cuya creación, que se extiende por seis décadas, atraviesa varias etapas históricas de la música, elevando el valor de la música rumana moderna al nivel del arte universal.


De la misma generación que Enescu, en la cultura nacional musical se han impuesto D.G. Kiriac, Sabin Drãgoi, Dimitrie Cuclin, Marþian Negrea, Mihail Jora, Al. Zirra, Paul Constantinescu, Tiberiu Brediceanu (en la foto). En las últimas décadas ha despuntado una generación de directores de orquesta de gran valor, así como muchos solistas instrumentistas.

sábado, 18 de agosto de 2007

El teatro y la dramaturgia


Los comienzos del espectáculo dramático se encuentran en las formas primitivas del teatro popular autóctono, ocasionado por rituales mágicos, fiestas y ceremoniales.

En la Edad Media, los espectáculos de teatro popular se organizaban en las cortes principescas o de los grandes feudales y tenían carácter protocolar. En 1817 se inauguraba el teatro de Oraviþa, primer teatro en lengua rumana, y en 1918, el teatro de Arad.

En el año 1819, en el Teatro de Cişmeaua Roşie de Bucarest se presentó "Hécuba" de Eurípides, teniendo como protagonista a Ion Heliade Rãdulescu (famoso escritor, lingüista, político y animador de la vida cultural rumana).

La Sociedad literaria, creada en 1827, ha impulsado la vida teatral de Bucarest. Sus promotores han creado la Escuela de arte dramático, otorgando un carácter permanente a las representaciones teatrales.

En 1836 se crea en Iaşi el Conservatorio filarmónico-dramático. En 1848, el Teatro de Iaşi, en 1852, el Teatro de Bucarest, con una sala de 1000 asientos. Las bases del teatro rumano las echa el prosista y dramaturgo Ion Luca Caragiale (1852-1912). De la galería de grandes actores afirmados en las primeras décadas de actividad del Teatro Nacional de Bucarest cabe mencionar a Grigore Manolescu, Ştefan Iulian, Aristizza Romanescu, C.I. Nottara, Aristide Demetriad, Ion Brezeanu.

En el período de entreguerras, la literatura dramática rumana se ha desarrollado, enfocando los problemas esenciales de la existencia humana, considerados desde un punto de vista filosófico. Los dramaturgos más representativos de este período son Camil Petrescu (1894-1957), Lucian Blaga (1895-1961), Victor Eftimiu (1889-1972), Mihail Sebastian (1907-1945), Victor Ion Popa (1895-1946) y Tudor Muşatescu (1903-1970).


En la dramaturgia contemporánea rumana han dejado sus huellas autores de referencia, como Horia Lovinescu, Teodor Mazilu, D.R. Popescu, Marin Sorescu (en la foto), Tudor Popescu, Iosif Naghiu, Matei Vişniec.

Entre los más importantes directores de escena hay que mencionar a Liviu Ciulei, Lucian Pintilie, Silviu Purcãrete, Cãtãlina Buzoianu, Alexandru Tocilescu, Andrei Şerban.